Diosero

Analisis por: 

Flores Sánchez Cesar  Armando

 

Pues bien, esta historia nos relata los acontecimientos que le suceden a un visitante en la región de la selva Lacandona, precisamente con un habitante del lugar. Sus costumbres son muy simples en realidad, viven en casas elaboradas de madera de la misma selva, cultivan pequeñas extensiones de tierra para autoconsumo, y la costumbre mas curiosa es la de crear ídolos de barro.

Este cuento toma el sentido de religión tal y como muchos hoy en día lo tienen definido, como la necesidad que tienen uno de creer en algo, como la percepción metafísica de la realidad de las cosas inexplicables y que muchos individuos aceptan.

Esta costumbre, de crear ídolos de barro, encierra una religiosidad remontable a tiempos muy antiguos, cuando los primeros seres humanos al ser incapaces de explicarse la gran cantidad de fenómenos que pasaban frente a sus ojos, se vieron obligados a crear un ser superior al humano capaz de realizar todos estos prodigios.

Es en este momento en que entra en juego el mito, ya que al crear dioses a partir de las fuerzas de la naturaleza, tuvo que explicarse el origen de estas deidades, cosa que hizo a través de relatos fantásticos que explicaban sus actitudes, gustos y relaciones con el resto de las fuerzas.

Tuvo que también que adaptar a estos de acuerdo a la imagen del hombre en algunos casos, dándoles un carácter antropomórfico, dotándoles de pensamiento, deseos y vanidades en ciertas culturas, o dándoles formas de animales, como en el caso del cuento, que de acuerdo con el animal y lo que este representaba era el papel que desempeñaban en la vida diaria, así tenemos a dioses benévolos y complacientes, tanto como oscuros y traicioneros.

La magia desempeña un papel preponderante en muchos de estos relatos, puesto que a partir de ella los dioses serán capaces de realizar sus deseos y designios, un poder del que el humano carece y que lo hacia vulnerable a castigos por parte de los dioses si estos no recibían la debida adoración o mediante la cual podía ser recompensado si se había ganado el favor de alguna divinidad.

Hay un solo elemento que no concordaría con la religión en si, mientras en las religiones mas difundidas es un dios el que crea a todo, hasta al ser humano, pareciera que en este relato los papeles se invierten y es el humano el que crea a la divinidad.

Al ver que su ídolo antiguo le ha fallado, en la tarea de combatir a la tormenta, el hombre decide que es tiempo de renovar su deidad y lo destruye para así crear a otro que luche con ella, poniendo todo su empeño y devoción en crearla, pero al ver que esta no es capaz de realizar la tarea que le fue encomendada decide destruirla al igual que la primera.

Esto tiene que ver con un elemento muy importante en todas las religiones del mundo, la devoción del feligrés hacia sus deidades, pues si esta es lo suficientemente fuerte, el dios se vera mas complacido y atenderá las demandas del suplicante, si no estas podrían tardar mas o no cumplirse.

En todo caso, este relato nos muestra la otra cara de la moneda de la religión, aquella que la mayoría prefiere no ver, esa donde el hombre es el creador de los dioses y no al contrario.

Ahora hay aun muchos adeptos a las religiones, pues están van más allá de lo físico, de lo tangible. Suelen explicar cosas imposibles, que extraordinariamente ocurren en la vida real, a través de la magia y la intervención divina. Es por eso que para aquellos que no acostumbran ahondar en explicaciones para los sucesos inexplicables, la religión se amolda perfectamente a sus expectativas.

No es que ser religioso implique atraso intelectual, sino que, es una salida fácil, a la que hubo que recurrir pues no se contaba con los conocimientos del medio, con los que se cuenta ahora.

Ahora bien, si un dios deja de satisfacer nuestras expectativas simplemente es desechado y remplazado por otro, ya sea que la doctrina predicada sea demasiado prohibitiva y opresiva, o que los que lo predican cometen abusos escudándose en la religión.

En este punto se encuentran las poblaciones nativas de África del Norte, que durante el imperio romano se vieron cristianizadas, y oprimidas por los mismos cristianos europeos del Medievo, que al ser conquistados por los árabes, no los repudiaron, sino que los recibieron como libertadores y se vieron rápidamente convertidos al Islam, una doctrina igualmente opresora que el catolicismo.

Dentro de los mitos encontramos aquellos en los que los dioses se encuentran en diversas situaciones problemáticas, tales como batallas contra seres de un poder equiparable, pero sin esa chispa divina que les caracteriza.

En el cuento se narra la explicación que se da el lacandón al ver que su creación ha cumplido el objetivo trazado y el arcoíris como elemento de su deidad perdido en la batalla.

Esta es una de las características, del mito, que no solo narra los hechos, si no que también nos explica las implicaciones que esto nos trae como resultado.

 
El día que los dioses del mundo morirán, será aquel en que todos dejaremos de creer en ellos y adorarles. Pues esa es la única forma en que se puede combatir su inmortalidad.